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El caos minutos antes del temblor

  • Johan Esteban Hernández Silva
  • 23 may 2016
  • 2 Min. de lectura

Era una bella tarde como las de Bucaramanga, tranquilas y relajantes. Eran las 3:55 pm y mi madre acababa de llegar de una cita médica, yo estaba en mi habitación escuchando música y haciendo tareas como era habitual, mi padre estaba en el computador como siempre y como era debido, mi madre cansada por subir escaleras llegó a la casa cansada y tan solo me pidió un vaso de agua, mientras tanto yo regresé a mi labor que era hacer las tareas del colegio, por otro lado en mi barrio a esa hora todo estaba muy tranquilo.

Pero la tranquilidad se fue cuando empezaron a moverse las cosas, mi madre nos habló para alertarnos del temblor, nos reunimos los 3 en la sala del apartamento y esperamos a que todo se calmara, pero no fue así, el temblor se prolongó y cada segundo que pasaba era más fuerte.

Todas las personas que vivían en los apartamentos del edificio empezaron a gritar por el fuerte sismo que se produjo en esos segundos, de repente se empezaron a calmar las cosas en solo unos eternos treinta segundos. Mi madre atenta a todas las cosas sacó los documentos de identidad, mi padre empezó sacar la billetera por si en algún caso se necesitara dinero para cosas necesarias e importantes, yo por otro lado estaba ayudando a mi madre a buscar la linterna para tenerla a la mano y un silbato por si se presentaba otro temblor de una magnitud más agresiva.

Bajamos de inmediato a la calle para estar más seguros y más calmados, cuando vimos a nuestros vecinos afuera ellos estaban atemorizados por el temblor que se había presentado en la tarde en la ciudad de Bucaramanga y en otras ciudades de Colombia, mi padre bajó con radio en mano para informarnos del sismo que se había presentado a las 3:55 de la tarde del 10 de marzo del 2015 y la magnitud del temblor que fue de 6,6 en la escala de Richter, con la cual nos quedamos impresionados por la grave magnitud deltemblor en Bucaramanga.

Cuando ya se calmó todo ya había llegado la noche, nosotros subimos a nuestro apartamento para poder dormir y estar más calmados para comenzar la rutina del día siguiente, mis padres no pudieron dormir preocupados por si se presentaba otro temblor.

Al día siguiente las noticas informaron en cuáles regiones de colombia se había sentido más la presencia del temblor del 10 de marzo del 2015. Al llegar al colegio, mis compañeros impactados por el temblor, empezaron a comentar las consecuencias y los problemas que ocurrieron en las casas de ellos y estructuras que se habían dañado, pero por fortuna no fue nada grave para mis compañeros y al finalizar el día mi madre como es habitual en la noche hiso una oración para que en la noche de ese día no nos pasara nada grave.


 
 
 

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