top of page

El paseo

  • Yéssica Duarte
  • 23 may 2016
  • 2 Min. de lectura

Era un sábado por la mañana, la familia se reunió para decidir a donde ir el domingo, dieron muchas ideas pero al final decidimos ir a la Vega, que está cerca al municipio de Rionegro (Santander) y es un lugar turístico que conoce mi tío.

El día llegó, teníamos casi todo listo a las 6:30 a.m., mis tíos salieron primero en la moto a la plaza para comprar lo que faltaba y comprar la torta porque también íbamos a celebrar el cumpleaños de mi abuelito. Era una sorpresa para él. Cuando ya terminamos de alistar todo salimos de casa a las 7:30 a.m. Esperábamos al transporte para que nos llevara al terminal pero como era domingo no había transporte tuvimos que llamar un taxi que llego a las 8:00 a.m. Cuando llegamos al terminal de transportes, mis tíos estaban allí pues nos tenían la ruta perfecta para llegar directamente a la Vega.

En el camino teníamos que pasar por varios lugares, Regaderos fue el primero en el que se ve mucha pobreza a simple vista, después Colorados que era un lugar muy bonito tiene mucho que ver, sin palabras, es hermoso, también pasamos por las Caleras, una fábrica de cemento el Diamante. Tuvimos un descanso cuando entramos en una tienda donde compramos de beber y comer, para poder llegar al lugar de entretenimiento por un carretera de tierra donde se veía a toda la gente fuera de sus casas asando su comida y a los niños jugando por ahí.

Cuando por fin llegamos, a simple vista se veía la quebrada. Parecía tan refrescante que casi nos lanzamos con toda y ropa, lo mismo pensamos cuando vimos la piscina natural, que estaba provocativa. En una gran tienda encontramos un señor que nos recibió amablemente y nos guio hacia nuestro fogón y nos vendió la leña. Mis tías, con ayuda de mi mamá y de mi abuela empezaron la preparación del sancocho, mientras que nosotras nos fuimos a cambiar para meternos al río. Ya listas, nos fuimos camino a la diversión. Al meternos se sentía el frío del agua pero al rato ya estabas aclimatado, era muy rico el agua estaba a perfecta temperatura.

Cuando ya teníamos más de 4 horas en el agua mandaron a mi tío por nosotras y nos compró unas obleas que estaban deliciosas. Después nos sirvieron el almuerzo reposamos y le partimos la torta a mi abuelito.

Luego con mi tío nos fuimos a la piscina natural. Como no sabíamos nadar alquilamos unas llantas enormes en las cuales nos subimos con mi tío y mi prima. Mi hermana se negó porque tenía miedo, pero metió los pies. Esa piscina ha sido una de las mejores en las que me he metido. Allí nos quedamos poco tiempo, al salir comimos mazorca asada con mantequilla.

Luego mi tío se fue río arriba y encontró una pequeña cascada donde él solo se metió porque la corriente era muy fuerte para nosotros, al bajar toda la familia metimos a la quebrada y nos pusimos todos a jugar, fue una buena forma de cerrar el día.

Ya para irnos alistamos todo, salimos y subimos a un bus que nos llevó al terminal y de allí tomamos a un taxi rumbo a mi casa para finalmente de


 
 
 

Comments


Featured Review
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Tag Cloud

© 2023 by The Book Lover. Proudly created with Wix.com

  • Grey Facebook Icon
  • Grey Twitter Icon
  • Grey Google+ Icon
bottom of page