El temblor de marzo
- Juliana Mujica
- 23 may 2016
- 2 Min. de lectura
Un temblor un martes del mes de marzo d 2015, en la capital de Santander, Bucaramanga, fue tan potente que e sintió en otros municipios del departamento, su epicentro fue en Los Santos. Los santandereanos pasábamos una tarde tranquila, normal, y a las 3:50 pm la tierra empezó a sacudirse por muchos segundos, casi minutos.
Durante esos eternos segundos donde yo permanecí sentada, se movieron lámparas, objetos que colgaban de las paredes y movimientos de cosas en el piso, yo pensé que ocurriría un terremoto, pues los movimientos eran realmente fuertes. Me paré de la silla donde estaba y abrí la puerta de la casa, por si había algún caso de emergencia, salí a la calle donde veía cómo la gente corría desesperada, y pasaron algunas ambulancias a recoger personas que por el susto algo les había ocurrido.
Cuando terminó todo, fui a revisar mi celular y entré a mis redes sociales, veo que están que se revientan de estados y tweets sobre el temblor. después entré a whatsapp a ver si alguien me había enviado un mensaje y veo que mi amiga Karen me habló, le escribí que qué le había pasado, cómo le había ido en el temblor. Ella me envía una nota de voz diciendo que ella iba saliendo del polideportivo ya que estaba en educación física, me dijo que tenía el celular en el bolsillo de la sudadera pero decidió guardarlo en el bolso pues presentía que algo malo iba a pasar.
Al llegar ella a la casa estaba tan cansada que se acostó a dormir, en medio del sueño sentía que las ventanas del cuarto y el techo empezaron a zumbar, y escuchó a lo lejos a su bisabuela gritando "¡Lucila, Lucila está temblando!". Lucila era su abuela. Cuando Karen despertó, estaba temblando fuerte y ella salió corriendo del cuarto y se paró en medio de la sala, vio cómo el techo se movía hasta que paró de temblar. Ella decía en su audio que durante los segundos que estuvo de pie sola en la sala, sólo pensó en salvar la vida de su perro.
Después de escuchar la nota de voz, fui a llamar a mis papás para avisarles que yo estaba bien cuando me entero de que no hay señal en los teléfonos. Al pasar el tiempo yo sentía que volvería a temblar más fuerte, hasta que a eso de las 6 de la tarde mi papá llega a recogerme y me pregunta si algo me había pasado, yo le dije que gracias a Dios no, a él tampoco le había pasado nada.
En la noche vimos el noticiero TRO con mi familia y mostraron los estragos del temblor, algunas casas cerca de la mía se habían agrietado y algunos postes habían caído.
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