Un bello pueblo llamado Mandiguilla

Cuando llegué a Mandinguilla, Cesar, me encontré con unas calles que no están pavimentadas pues desde hace mucho tiempo están diciendo que lo van a hacer pero hasta el día de hoy solo han pavimentado la del parque. En él hay una tarima y unas cuantas sillas y al lado la iglesia católica. Cuando paso por las calles siempre encuentro las puertas de las casas abiertas y los animales en la calle.

En el día, el pueblo tiene un panorama desolador pues casi no hay gente en la calle, porque el sol es insoportable. Las personas siempre están en el patio de su casa con las sillas debajo de un palo de mango o de naranja.

En la mayoría de las casas hacen el desayuno y el almuerzo en fogones de leña. Y a la hora del desayuno todo es calmado pues no hace tanto calor pero a la hora del almuerzo hace muchísimo calor, es tanto el calor que a veces ponen la comida en la mesa y un ventilador para que se enfrié más rápido, la loza se lava en poncheras y el agua que queda se echa en la arena debajo de las sillas donde las personas se sientan para que este más fresco el lugar.

A la hora de bañarse el agua se encuentra tibia pues el anillo se encuentra en un lugar donde le cae mucho el sol. También se pueden ver muchas iguanas pues en casi todas las casas hay palos de coco.

En diciembre las cosas son muy bonitas pues hacen el festival de la naranja. En él hay desfile de un traje hecho con naranjas, le preguntan a las concursantes cuál es su comida favorita, que les gusta hacer, y muchas cosas más, también cuentan la barra que tenga cada participante.

Después de este festival no se vuelve a celebrar nada hasta el 24 de diciembre en el cual hacen un baile en el parque al que casi todo el pueblo va para bailar que es lo que en conclusión la gente va a hacer al parque, en esa noche hay peleas, reconciliaciones y todo tipo de relajo que se pueda hacer en ese momento. Después de eso viene la fiesta del 25 pero ese día casi no va gente pues todos están pasando el guayabo del día anterior.