Un error en la vida
- Mónica Garcés V.
- 23 may 2016
- 6 Min. de lectura
En junio del 2014, como todos los sábados, me iba a entrenar fútbol con mis amigas en la cancha de los leones. El profesor nos había felicitado porque estábamos tirando bien el balón, mis amigas se llaman Yurley, Paola y Rosario, ese día nos dejaron salir temprano y Yurley me había invitado a almorzar a su casa, yo le dije que bueno, pero que antes de ir a su casa me tocaba llamar a mi mamá a avisarle.
Yurley me dijo que esperara que llegáramos a su casa y allá ella me regalaba un minuto, así fue y cuando llegamos a las 12 del medio día descargamos los bolsos, Yurley puso música y se puso a servir el almuerzo y yo entré al computador a revisar facebook, y en esas se me olvidó llamar a mi mamá.
Pasó una hora y mi hermana, llamada Yurany, me escribió preguntando que dónde estaba, que mirara la hora, que mi mamá estaba preocupada, yo, tranquila como siempre, le dije que no se preocupara por mí, que ya iba a subir, que le dijera a mi mamá que se tranquilizar. Me quedé hablando con Yurley y escuchando música y se llegaron las 3 de la tarde, me despedí de ella y salí para mi casa.
Cuando llegué, en seguida me llama mi mamá a decirme que dónde estaba, que era una irresponsable y una grosera, a mí en ese momento me dio mucha rabia y le colgué el celular, cogí un bolso y le dije a mi papá que se lo iba llevar a Ronaldo, un amigo que también entrena. Me encontré a un amigo y le conté todo lo que había pasado, le dije que me quería ir de la casa, que ya no quería estar con mi mamá, él me dijo que me fuera con él, me quedé pensativa pero no, me despedí de él y seguí caminando.
Más abajo me encontré con mi mejor amiga a quien hacía rato no veía, me fui con ella hablando, le conté todo y ella me dijo que me quedara con ella pues estaba sola y necesitaba a una amiga, yo le dije que claro, también le había contado que mi mamá no venía esa noche, que se quedaba cuidando los hijos de los patrones.
Llegamos a su casa a las 7:00 pm y en esas llegó Ferney, su hermano, a decirme que me estaban preguntando, yo le dije que si seguían les respondiera que no sabía nada de mí, y le dije a mi mejor amiga, llamada Luz Maldi, que sólo le quería dar un susto a mi familia, sobretodo a mi mamá. Se llegó la media noche y mi papá y hermanos andaban preguntando por mí y buscándome, claro. En esos momentos llegó mi mejor amigo, Marlon, a decirme que me fuera para la casa, él me insistía pero le dije que le quería dar un susto a mi mamá, y me contestó que lo que estaba haciendo me iba a salir caro, y le dije que no me importaba.
Me acosté con Luz Maldi, a las 9:00 am estaba yo todavía allí con ella, me estaba cepillando los dientes cuando tocaron la puerta, Luz abrió y ahí estaba mi papá con mis hermanos, Wilson y Jorge, junto a dos policías. Yo me escondí rápido, el policía preguntó por la señorita Mónica Garcés, Luz le respondió que no la había visto ni sabía nada de ella, yo me escondía debajo de la cama, me sentía asustada y nerviosa, pensé en lo que me había dicho Marlon, entonces decidí salir de donde estaba y decir todo lo que estaba haciendo, decir que quería asustar a mi mamá.
El policía me hizo unas preguntas que respondí llorando, me apuntó en una libreta y se fueron, mis hermanos me miraron raro e iban adelante, yo atrás. Cuando llegamos a la casa me bañé, mi mamá llamó y me dijo que me alistara para que me fuera con mi papá, y que le pasara rápido a mi hermana. De repente, mi hermana se puso a llorar y le pregunté qué pasaba, si mi mamá le había dicho algo malo o la había regañado. Yurany se quedó callada, sólo me miraba y no me decía nada, lloraba y lloraba y yo tenía rabia porque pensé que mi mamá la había regañado.
Mi papá nos apuró, que nos alistáramos rápido para irnos, nos montamos al carro y todos iban callados, nadie me decía nada, ni me miraban. Cuando llegamos a la casa del padrino de mi hermano, mi papá empezó a hablar con él, se llama Nestor. Llegaron las 7 de la noche y ellos todavía hablaban, y mi hermana nada que me decía nada, cuando mi papá se despidió, mi hermana sólo me dijo "te quiero", me abrazó y se le salió una lágrima. Nos montamos al carro, mi papá no me hablaba aún, cuando llegamos eran como las 9 de la noche, mi mamá estaba ahí en el mirador, nos bajamos del carro y entramos a la casa, subí las escaleras hasta mi cuarto y cuando estaba quitándome los zapatos entró mi mamá, nos miramos y me preguntó si me iba a vivir con mis nonos o me internaba, yo le dije que lo que fuera mejor, y me contestó que no pensara en ella sino en mí, yo sólo le respondí que me iba a vivir con mis nonos.
Esa misma noche alisté la ropa, mi mamá dijo que ella misma me iba a llevar, terminé de alistar todo, me despedí de mis hermanos, Yurany me abrazó muy fuerte, no me quería soltar y lloraba, me decía que me amaba mucho. Bajé las escaleras mirando a todos lados y no pude evitar llorar, no sé si era la tristeza o la rabia que tenía, yo sólo había hecho todo eso por dar un susto. Me monté al carro y cuando íbamos bajando le dije a mi mamá que me dejara despedirme de mis mejores amigos que estaban donde Luz, ella me dijo que fuera pero con mi papá, salí corriendo y toqué, abrió Luz y estaba con Marlon, llorando los abracé a los dos, quienes estaban confundidos, le dejé una cadenita a mi mejor amigo, mi papá me gritaba que rápido entonces nos abrazamos y lloramos aún más, salí y me monté al carro nuevamente.
Ya era media noche y yo todavía estaba en la ciudad de Bucaramanga, bajamos hasta el parque del agua. Me despedí de mi papá, me subí rápido y ellos se quedaron ahí hablando un rato mientras el señor conseguía pasajeros. A las 12:50 arrancamos de la ciudad, a las 7:00 am llegamos a la ciudad de Cúcuta, a la casa de mis nonos llegamos una hora después, ellos se llaman José y Teresa. Desayunamos y entré a bañarme, mi mamá y mis nonos me estaban esperando en el comedor, fui y me senté al lado de ellos, mi nona dijo que se iba hacer cargo de mí, me daría estudio y buena educación, que no me iba a tener como una niña rica pero que sí iba a tener lo suyo y sería como una hija para ella. Mi madre lloraba porque nunca nos habíamos separado, se levantó y dijo que bueno, que esto ya se iba acabado y se iba a acostar un rato porque no había dormido nada y al día siguiente le tocaba trabajar.
Ese mismo día yo quería hablar con ella pero no sabía qué decirle, "mejor le hablo otro día" pensé, cayó la noche y a las 7:00 pm me acosté a dormir, sin comer. A las 6:00 am ya no estaba mi mamá, me dejó razón con mi nona, que me portara bien y que me amaba mucho. Pasó una semana y empezaron las clases, mi nono me matriculó en un colegio cercano a la casa, a las 6:30 am me presenté delante de los profesores y alumnos, se terminó la mañana y fueron pasando las semanas, los meses.
Llegó diciembre y yo quería ir a Bucaramanga a estar con mi familia y amigos, llamé a mi mamá y le dije que quería regresar, que había cambiado y quería otra oportunidad, quería estar allá con ellos. Mi mamá lo pensó una semana hasta que por fin dijo que sí. Cuando iba de regreso a Bucaramanga pensé en mis nonos, ellos estaban solos y quién los iba a acompañar y cuidar. Después pensé en cómo me iban a recibir, si mis amigos habían cambiado. Cuando llegué por fin mi mamá me recibió con un abrazo, en la casa todos me abrazaron y les pedí perdón por todo, especialmente a mi mamá.
Me acomodé nuevamente, otra vez mi mamá me matriculó en el colegio Las Américas, me hice unos amigos estupendos: Iván, Lina, Fernanda, Juliana, son muy geniales y he conocido gente muy agradable, los profesores son muy buenos y tengo una familia muy buena y agradable.
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